lunes, 11 de agosto de 2008

Michele Bachelet, ¿de empoderamiento mujeril a nueva Dama de Hierro?


R. Rojas, X. Bedregal y V. Flores
Creatividad Feminista / Tomado de REBELION.

(Mapuches a punto de morir en huelga de hambre. Un llamado urgente a mirar más allá de nuestras narices)
¡Que fácil se obnubilan las personas con las retóricas de cambio! Medio continente se llenó de alegría y hasta de esperanza con el advenimiento a sus gobiernos de una mujer y de un indio. Una mujer chilena blanca de nombre Michelle Bachelet y un indio boliviano de nombre Evo Morales. ¡Signos de cambio no sólo formal sino de fondo! Dicen muchos y muchas.

Sin duda los cambios sólo podrán venir de quienes sean capaces de levantar nuevas lógicas capaces de cambiar aquellos paradigmas patriarcales, jerárquicos y lineales donde el/la otro/a se relacionan siempre en anulación de su contrario, en imposición de su mirada como única y universal. Y sin duda alguna son dos sectores sociales los que tienen la mayor potencialidad de ese cambio: las mujeres (concientes y feministas) y los pueblos indígenas (portadores de lógicas ajenas a la linealidad cartesiana occidental del uno cero que ha llevado al mundo a la mayor potencia destructiva). Ambos, son la otredad histórica del poder y del poderoso.

Pero, ¿basta que suban al poder mujeres e indios para que se den los cambios? Un grupo de mujeres o de indígenas en el poder no cambia esto por sí mismo. El más claro ejemplo que estamos viviendo sin ver, es lo que está pasando con los tres hermanos y una hermana mapuche en el Chile de la mítica nueva presidenta, empoderada mujer socialista, que ante los intereses del juego político y económico prefiere convertirse en la nueva Dama de Hierro y dejar que mueran en su huelga de hambre antes que cuestionar ese brutal instrumento pinochetista que es la ley antiterrorista y reconocer el derecho que le asiste a los pueblos originarios chilenos.

El más claro ejemplo que estamos viviendo sin ver, es el silencio que ante esa barbaridad, mantienen las empoderadas mujeres bolivianas (y de todos los países del continente) así como los empoderados indígenas de Bolivia. Ni una sola organización indígena se ha manifestado, ha protestado, ha realizado alguna mínima movilización en apoyo a los huelguistas, en denuncia del racismo y el colonialismo del gobierno chileno, ni ha usado su actual potencia simbólica para intentar evitar la muerte de sus hermanos.

Ni una sola organización de mujeres, ni una sola empoderada, ha manifestado su crítica a la mujer presidenta Michelle Bachelet ni ha usado su condición de mujer para intentar influir en el silencio de la mujer presidenta.

¿Mientras tanto? Cuatro autoridades (tres hombres y una mujer) mapuche entran en fase agónica después de 56 días de huelga de hambre pidiendo su libertad tras un juicio hecho con la más fascista y brutal ley pinochetista, la Ley Antiterrorista.

De silencio a silencio, las otredades de la esperanza se van haciendo cómplices de la anulación de otros. Cada quién, aislado y separado se mira el ombligo hipnotizadamente.

¡Que paradojas terribles construye esta macrocultura! Margaret Tacher, la gran amiga de Pinochet, pasó a la historia como La dama de Hierro por dejar morir, sin inmutarse, en huelga de hambre a Bobby Sands. Hoy una mujer que fue víctima de Pinochet y que hoy es la primera presidenta mujer (¡y de filiación socialista!) de este subcontinente, está a punto de convertirse en la mejor émula de la Tatcher y ser la Dama de Hierro chilena por dejar morir sin inmutarse a 4 dirigentes indios mapuche.

¿Que paradojas terribles seguirá construyendo esta macrocultura? Entre otras, seguro que mañana, si acaso mueren estos luchadores mapuche (algo muy probable en las próximas horas si no hay una solución), los pueblos indígenas del continente los levantarán como símbolo y la antropofagia patriarcal (también de las otredades) habrá construido nuevos héroes, nuevos mártires para seguir repitiendo el círculo vicioso.

¿Se seguirá repitiendo, con todo y mujeres e indios empoderados, el círculo de anulación y muerte? ¿Seguirán las nuevas mujeres empoderadas mirando a la Bachelette como un ejemplo de las posibilidades femeninas? ¿Seguirá el silencio justificándose con la idea de que entre tanto ruido no logró oír su tremendo sonido y consolándose con su capacidad de olvido?

¿Seguirá la esperanza, hipnotizada con su reflejo, mirándose sólo el ombligo?

Rosa Rojas (periodista feminista mexicana) / Ximena Bedregal (feminista, boliviana-chilena-mexicana) / Verónica Flores (feminista boliviana)

La Paz, Bolivia 5 de mayo de 2006

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